Graciosas situaciones que todos sabemos solo pueden ocurrir en un gimnasio - Newsbeens.com

Graciosas situaciones que todos sabemos solo pueden ocurrir en un gimnasio

En la vida existe todo tipo de personas, desde las que más se preocupan por su salud y lo dejan todo en el gimnasio, hasta aquellas que van a la fuerza para no tener el remordimiento de conciencia de que nunca entrenan. Sin duda alguna, el centro de entrenamiento es un lugar polémico donde acuden muchas personas con diferentes metas para su cuerpo. A continuación, hemos recopilado para ti una serie de situaciones raras y graciosas que tuvieron lugar en diferentes gimnasios… ¡Cada persona es única a la hora de hacer ejercicio!


1. Esta mujer parece que a última hora decidió entrar al gimnasio para hacer un poco de pesas. Claro ejemplo de perseverancia y de que cuando se quiere, se puede. Múltiples son las personas, hombres y mujeres por igual, que se la pasan posponiendo sus visitas al gym y el comienzo de la dieta. Conociéndolos, seguramente dirán lo mismo para la cena de Año Nuevo, su propósito principal será justamente ese, ir al gimnasio y empezar a comer más sano. Esta mujer les demuestra que hay que hacerlo hoy, sin excusas.

2. “Cuando tu entrenador tiene un estilo bastante extraño”. Hay personas que no tienen muy buen gusto al vestir. Pero, en el gimnasio se podría pensar que no hay mucho que podría salir demasiado mal en ese sentido. Pues este instructor deja claro que vaya que se puede caer demasiado bajo. Su amor por los felinos es evidente, pero un poco de recato y unas lecciones cortas de estilo y buen gusto no le vendrían nada mal. Quizá pueda buscarlas con alguna o alguno de sus pupilos.


3. “Los flojos siempre encuentran la mejor opción para salirse con la suya”. ¿Para qué caminar sobre la caminadora cuando puedes sentarte cómodamente sobre ella? Este es el colmo de los colmos. Aunque no sabemos si de algún modo esta persona está cumpliendo algún tipo de reto o si sencillamente se trata de una broma, bastante mala por cierto, para ganar popularidad en las redes sociales. ¡De cualquier manera, NUNCA vayan un gimnasio a hacer este tipo de ridiculeces, por favor!


4. Este sujeto piensa que está en una biblioteca. ¿Qué te parece? Bueno, démosle el beneficio de la duda y tratemos de suponer que está leyendo las mejores maneras de darle forma a su cuerpo de manera más eficaz y rápida. De otro modo es de verdad impensable que alguien, en su sano juicio, vaya a un gimnasio a leer alguna novela o algo por el estilo. Quizá es el único lugar en donde encuentra paz y tranquilidad, tampoco lo sabemos.


5. “El personaje favorito de mi hermano es Batman, por lo que usa su ropa en el gimnasio ya que le da motivación”. Claro, pues jamás imaginamos a Bruce Wayne o Bruno Díaz, para los cuates, acudiendo a un gimnasio con el resto de los simples terrenales. Recordemos que este superhéroe tiene bastante dinero como para caer tan bajo, si se le puede llamar de esta manera. Mucho menos pensaría en ir vestido como el héroe que es. Ya nos imaginamos la cantidad de selfies y autógrafos por los que tendría que pasar.


6. Muchos pensaban que Hitler se había suicidado. ¡No fue así! Se ve que al Führer le parecía importante cuidar su figura y mantenerse en buena forma. Únicamente le falta un poco de color para lucir como todo un galán del cine y la televisión. Ya, poniéndonos un poco más serios, este hombre vaya que se asemeja bastante al ex dictador nazi. Nos preguntamos cuántas veces se lo dirán durante el día. Suponemos que ya debe de estar acostumbrado a las múltiples miradas de las personas en todas partes.


7. Cuando cuidas de cada detalle y te encanta andar en bicicleta. La seguridad es primordial y en un gimnasio sí que hay peligros. Por eso este tipo utiliza el casco incluso cuando usa una bicicleta fija. No vaya a ser que se caiga y pueda hacerse mucho daño en la cabeza. Un muy buen ejemplo para quienes incluso al andar en su bicicleta en la calle ignoran estas medidas de seguridad que pueden salvarles la vida. Y ustedes, ¿qué métodos de prevención utilizan al hacer ejercicio?


8. Sin duda alguna, la abuela tiene un estilo único. ¡Ella es un ejemplo a seguir! Como esta señora pocas personas, la verdad. Hay gente que nunca pierde el estilo y el glamour. Además, ignoramos por qué bebe un martini. Suponemos que es la inauguración de su propio gimnasio o del de alguno de sus hijos o nietos. Lo importante es que siempre muestra esa elegancia y porte característicos que la hicieron irresistible para los caballeros hace ya algunos ayeres. Bien por ella.


9. A esta otra abuela le encanta entrenar con gran intensidad a pesar de su avanzada edad. Creemos y queremos pensar que las pesas son reales y la fotografía no tiene ningún tipo de truco o retoque. Siendo así, vaya que esta anciana es un gran ejemplo para muchas jovencitas que creen que un cuerpo esculpido y sano va a aparecer por arte de magia de la noche a la mañana; sin trabajarlo en el gimnasio y sin hacer un buena dieta. A todas ellas no nos queda más que decirles que deberían prestar mucha más atención a este tipo de personas y seguir sus pasos para obtener el éxito.


10. En algunos gimnasios es posible quitarse los zapatos para realizar distintos ejercicios. Aunque no es para nada higiénico ni muy recomendable. Pero, por alguna razón son muchas las personas que gustan de este tipo de cuestiones. Hay quienes no soportan los calcetines, mi hija es una de esas personas por cierto, y quieren andar por descalzos por todos lados. Si bien es cierto que hay algunas teorías que afirman que esto es mucho más sano, al menos no se debe hacer en el gimnasio, por higiene y por seguridad.


11. Cuando tu postre favorito es el helado y no te puedes aguantar a salir del gimnasio. Y después estas personas amantes de los postres altamente calóricos se preguntan por qué no pueden bajar de peso y tener ese cuerpo de infarto de la vecina. Pues, comiendo hasta en el gimnasio difícilmente lo lograrán. Hay momentos para todo y, no quiere decir que no puedan comer algún postre de vez en cuando, pero hay que tener un poquito de sentido común y de lógica y coherencia.


12. Algunas mujeres se hacen un buen maquillaje y un maravilloso peinado para ir al gimnasio. Tal vez, ¡no es tan importante! Ya lo decíamos, antes muertas que sencillas dicen muchas chicas. Incluso para ir a hacer ejercicio se arreglan y se maquillan como si fueran a acudir a la boda de su mejor amiga. Ya recordamos a esa mujer que inauguró nuestra galería que hasta en tacones altos se atrevió a ir. Aunque quizá esta chica de la foto no se ha dado cuenta de que todavía lleva el maquillaje encima.


13. Es muy fácil distraerse al estar rodeados de hermosas mujeres en la sala de entrenamientos. Aunque muchos más toman estas señales como motivación para trabajar todavía más arduamente en su rutina. Otros, como los chicos de la imagen, no pueden concentrarse en lo que están haciendo teniendo esas posaderas enfrente. Quizá sería una buena idea llevar lentes de sol para evitar ser tan obvios. Pero, bueno, seguramente la chica ya está acostumbrada a provocar esas miradas pecaminosas.


14. Otro individuo entrenando con el disfraz de su personaje favorito. ¡Funciona! Quizá lo haga para sudar más, pues imaginamos a los pobres desdichados y desdichadas que tienen que meterse en esas botargas en días de calor, de verdad deben de cocinarse vivos allí dentro. O tal vez no quiere que vean su triste realidad y finalmente mostrará su identidad cuando los resultados del ejercicio sean evidentes. Siempre nos quedará esa incógnita. Por lo pronto solo nos resta sonreír al ver la imagen.


15. Los rasgos faciales de algunas personas al entrenar son motivo de burla. Las venas que sobresalen al hacer esfuerzos son también angustiantes. Parece que se van a reventar en cualquier momento. Hay también quienes exageran en el peso a la hora de levantar las pesas y por eso su expresión facial es de sufrimiento más que de gozo. Este individuo parece que experimenta ambas emociones a la vez. ¿Qué les parece a ustedes, Curiosos? Déjenos sus comentarios.


Fuente: Pixabay/ Facebook